Área Metropolitana — 24.09.2025 —
Celulares en las escuelas: entre la herramienta y la distracción
Un informe del Centro Cultural y de Estudios DEMOS reveló que el 81,5% de los estudiantes secundarios en la ciudad de Santa Fe y localidades del departamento La Capital asiste a la escuela con su dispositivo. El estudio alerta sobre la falta de regulación y sus efectos en la vida escolar.
Por Santotomealdía
Un reciente estudio elaborado por el Centro Cultural y de Estudios DEMOS reveló que ocho de cada diez estudiantes secundarios en la ciudad de Santa Fe y localidades del departamento La Capital asisten a clases con su celular. El dato, surgido de una encuesta a 222 estudiantes y 229 docentes, pone en evidencia la presencia consolidada de los dispositivos móviles en el entorno escolar y reactiva el debate sobre su uso, ventajas y riesgos.
El informe, titulado “Las tecnologías y la educación. El celular en la escuela”, muestra además que más del 70% de los estudiantes considera necesaria alguna forma de regulación del uso del celular durante la jornada escolar. En paralelo, entre los docentes, el 76% coincide en que debería existir una normativa estatal que oriente su uso, aunque sólo un 17% señala que en su escuela hay un proyecto institucional al respecto.
Según el relevamiento, el 81,5% de los estudiantes lleva siempre su celular, y otro 9% lo hace de forma ocasional. Sin embargo, menos de la mitad (47%) lo utiliza con fines pedagógicos durante las clases, y en su gran mayoría, lo hacen exclusivamente para buscar información. Al mismo tiempo, el 81% admite usarlo también para actividades no escolares, como redes sociales, mensajería y juegos.
Por su parte, el 82,5% de los docentes afirma que sus alumnos asisten con celular al aula, y casi 6 de cada 10 considera excesivo su uso con fines no educativos. Las principales preocupaciones docentes giran en torno a la distracción, el aislamiento entre pares, el ciberacoso y la ansiedad, fenómenos que —según el informe— ya se perciben con claridad en el ámbito escolar.
Un punto central del estudio es la percepción sobre los efectos del celular en los vínculos interpersonales: el 72% de los estudiantes cree que el dispositivo afecta en alguna medida el “cara a cara” con sus compañeros, especialmente en recreos y comedores. Esta percepción también es compartida por el 95% de los docentes.
En cuanto a los marcos normativos, el informe recuerda que en la provincia de Santa Fe está vigente la Ley Nº 12.686, sancionada en 2006, que prohíbe el uso de celulares por parte de estudiantes y personal durante el dictado de clases. Sin embargo, la norma no se aplica en la práctica y no existen lineamientos actualizados que acompañen el fenómeno tecnológico en las aulas.
Desde DEMOS, sostienen que la ausencia de políticas públicas claras constituye una debilidad del sistema educativo y proponen avanzar hacia una regulación consensuada, que contemple tanto la inclusión pedagógica de la tecnología como la necesidad de establecer límites saludables para garantizar el aprendizaje y la socialización.
Entre las propuestas, se destacan la creación de protocolos institucionales, la formación docente específica en tecnologías, y el diseño de estrategias para promover momentos sin pantallas dentro de la jornada escolar.
El estudio completo está disponible para quienes deseen profundizar en este debate que atraviesa a toda la comunidad educativa y que, como plantea el informe, requiere un abordaje integral entre Estado, escuelas, familias y estudiantes.