Masacraron a una familia mormona en México

Al menos tres mujeres y seis chicos de una comunidad mormona estadounidense asentada en el norte de México desde hace más de un siglo fueron asesinados este lunes en un ataque lanzado por presuntos narcos, informó Julián Lebarón, uno de los líderes del grupo religioso.

Según los familiares, la familia LeBarón se trasladaba en tres camionetas desde la ciudad de Galena, en el estado de Chihuahua a Bavispe, Sonora, y alrededor de las 13 fueron emboscados por un grupo armado. El ataque ocurrió en una zona conocida como Rancho de la Mora.

"Mi prima Rhonita iba por su esposo al aeropuerto en Phoenix (Estados Unidos). Los emboscaron, le dispararon a la camioneta y los quemaron a ella y a sus cuatro niños (...). Fue una masacre", dijo Lebarón a Radio Fórmula. Los nenes asesinados tenían 10 y 8 años, y los más chicos eran un par de gemelos de tan solo seis meses.

El activista aseguró que sus familiares localizaron la camioneta en el lugar del ataque prácticamente del todo calcinada y con los cuerpos de la mujer y los cuatro menores.

Los atacantes secuestraron además dos camionetas que eran conducidas cada una por mujeres que llevaban consigo a menores de edad para sumar entre 8 y 9 nueve niños, según el relato de Lebarón.

Horas después, localizaron los otros dos vehículos con las mujeres que los conducían muertas por heridas de bala, además de dos chicos, un nene y una nena también fallecidos.

Entre cinco y seis niños más consiguieron llegar caminando a su casa, aunque uno de ellos con herida de bala, mientras que al caer la noche miembros de la comunidad mormona acompañados de policías y militares trataban de localizar a otra menor que habría corrido al bosque para esconderse.

Alex LeBarón, miembro de la comunidad, contó al diario El Universal que "los niños están sumamente traumados". "Fueron encontrados, después de 12 horas, en la sierra, solos con los cuerpos de sus madres tirados a un lado de ellos". Uno de los chicos sobrevivientes, contó que "una de las madres trató de gritar para que se detuvieran los balazos, no lo logró, los siguieron acribillando".

Interrogado sobre quiénes podrían ser los agresores, Julián Lebarón dijo que el sitio donde se produjo el ataque es una "zona de guerra" donde actúan cárteles de las drogas y todo tipo de "matones".

Pudo ser un "fuego cruzado o un error, no sabemos cuál es la causa", añadió el activista, aunque reconoció que la comunidad había sido blanco recientemente de amenazas.

Los Lebarón son parte de una comunidad de mormones acogida por México a finales del siglo XIX tras ser perseguidos en Estados Unidos por su tradiciones, en especial la poligamia.

Según medios mexicanos, los mormones pidieron la ayuda de la embajada de Estados Unidos ya que la mayoría de la comunidad tendría la doble nacionalidad, mexicana y estadounidense.

En una serie de tuits, Donald Trump urgió este martes a México a lanzar una "guerra contra los carteles de la droga".

"Si México necesita o pide ayuda para librarse de estos monstruos, Estados Unidos está listo, dispuesto y es capaz de involucrarse para hacer el trabajo de una forma limpia y efectiva", escribió Trump

"Es el momento de que México, con la ayuda de Estados Unidos, lance la guerra contra los carteles de la droga y los borre de la faz de la tierra. Estamos esperando la llamada del nuevo presidente", dijo Trump.

En su conferencia de prensa matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que hablará con Trump.

"Toda la cooperación que sea necesaria, eso lo que voy a decirle ahora al presidente Trump, agradecerle mucho, ver en qué pueden ayudar, pero cuidando nuestra soberanía como ellos lo hacen y como lo hacen todos los países", dijo.

México fue golpeado por una ola de eventos violentos en las últimas semanas. Uno de los más cruentos fue un tiroteo durante varias horas en Culiacán el mes pasado, que obligó al gobierno a liberar a uno de los hijos del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa.

Se estima que más de 250.000 personas murieron en México desde diciembre de 2006, cuando el gobierno de Felipe Calderón lanzó una polémica ofensiva militar contra los narcotraficantes, que es señalada por especialistas y defensores de los derechos humanos como una de las principales causas del incremento de la violencia en México.