El regreso del Chino Maidana entró en una etapa de dudas

Por: Osvaldo Príncipi

El santafesino Marcos Chino Maidana invirtió ya 51 días de concentración pugilística y una pérdida de 20 kilos desde que llegó a Las Vegas, intentando volver al cuadrilátero. Desafió la lógica de este oficio, con casi 36 años, y con todos los avatares que se les presenta a quienes, como él, modificaron su manera de vivir y de pensar tras una sacrificada relación con esta profesión (entre 2004 y 2014).

La primera etapa consistente en la reconstitución atlética de su cuerpo ha sido lograda. Y ahora comienza el segmento decisivo de este proyecto: el guanteo, la contratación de los sparrings, la prueba de reflejos y la respuesta sus manos (huesos, cartílagos y todo lo demás).

La gran novedad de todo esto es que Maidana se dará un tiempo, no mayor a una semana, para definir categóricamente tras estas prácticas, si pone fecha a su reaparición o si decide abandonar este intento porque su rendimiento -físico y anímico- no es el ideal.

Cualquiera de estas resoluciones causará un efecto ruidoso. Será inmediata y sin dilaciones. Y lo resolverá a la brevedad. Mientras tanto, sigue trabajando junto a su actual equipo: Pileta Gomez , su primo y hombre de confianza; Alex Ariza, diagramador de tareas, y los colaboradores técnicos Vladimir Baldenero y Clarence Adamas, encargados de sus pasos pugilísticos en el Prince Ranch Boxing.

De su lucidez y convicción interior dependerá aceptar -o no- el regreso al ring, para fines de julio venidero, con un peso de algo más de 70 kilos. En las oficinas de Al Haymon, el hombre más influyente del negocio pugilístico, se espera este diagnóstico con gran expectativa. En caso de sacar conclusiones negativas, regresará rápido a Buenos Aires, para poner en marcha, otra vez, Chino Producciones, la promotora de espectáculos que se estrenó en enero último, en Mar del Plata, promocionando a Fabián, su hermano menor, quién perdió el invicto en aquella ocasión.

Toda esta premura resolutiva llama poderosamente la atención e indica que algo no está funcionando como se esperaba. Y nadie quiere perder su tiempo.

Al mismo tiempo, Maidana y equipo, analizarán el intenso movimiento de la categoría welter (66,678 kilos). Ese es el límite que deberá pesar para su segunda pelea, firmada por 1,5 millón de dólares.

El inglés Amir Khan, un viejo conocido que lo batió por puntos en una pelea dramática y espectacular en 2010, peleará mañana en el Madison Square Garden de Nueva York con Terence Crawford, el invicto campeón welter de la OMB, ganador de sus 34 peleas y amplio favorito. Sin embargo, de producirse la gran sorpresa con una potencial victoria del británico, esto agitaría el ímpetu de Maidana, que ansía un desquite ante él, desde hace años.

Aparecen otros hombres en cuestión: el veterano extricampeón mundial mexicano Humberto Soto, de 38 años, quién dirimirá con el extitular estadounidense Jesse Vargas, en Fresno, California, el próximo viernes 26. Ambos, lejos de sus mejores momentos, están en la lista de candidatos a pelear con el deportista argentino.

Dos veteranos que perdieron con él, los norteamericanos Adrien Broner y Víctor Ortiz, figuran en el borrador de adversarios factibles para revanchas atractivas. Ambos litigan permanentemente con la justicia estadounidense y ello se convierte en un obstáculo insalvable.

Por primera vez aparecen las dudas en el proyecto que pretende devolver al boxeo a Marcos Maidana. Y cuando esto ocurre hay que replantear todo muy bien. El Chino tiene una imagen impecable que no debe ser subastada por un puñado de dólares. Sólo él sabrá si puede o no. Intentarlo, a esta altura, ya es un mérito.