Inglaterra fue contundente y goleó a Panamá

Cuesta encontrar un partido de fútbol en el que ambas tribunas festejen ante un resultado tan categórico como un 6 a 1. Pero eso fue lo que ocurrió en el encuentro entre Inglaterra y Panamá que cerraba la segunda fecha del grupo G.

Las camisetas rojas de los panameños, que coparon parte del Nizhny Novgorod Stadium, celebraban igual o más que los británicos, a pesar del hat-trick de Harry Kane y y la media docena de goles que sufrieron en su arco.

Es que Panamá está debutando en mundiales, y nadie mejor que Felipe Baloy, el histórico defensor de 37 años -quien había entrado hace 10 minutos- para marcar el primer gol en la historia de la selección en copas del mundo.

Por eso, aunque al futbolero le resulte extraña la imagen, el festejo alocado de él, de sus compañeros, y de la gente que vino a apoyar a uno de los más humildes de Rusia 2018 cuando se produjo su tanto, que sentenció el 6-1 final.

Desde el gol, en el minuto 78, hasta el final, el público caribeño bailó y celebró como si estuviera ganando el partido. Es más: varios minutos después de terminado el partido, los jugadores de Panamá se quedaron en la cancha saludando y abrazando a sus hinchas, algunos con lágrimas de emoción por lo que acababan de presenciar.

El emotivo festejo trajo el recuerdo de otro momento mundialista histórico ocurrido en España 1982. En aquella copa del mundo, El Salvador debutó en la competición con una derrota por 10 a 1 contra Hungría, la goleada más abultada en la historia de los Mundiales. Sin embargo, el gol de Luis Ramírez Zapata cuando el partido estaba 5 a 0, fue celebrado como el de una victoria en el último minuto.