Alan Ruiz dijo que al único club que volvería es a Colón

El fútbol tiene este tipo de historias. Y Alan Ruiz escribió varias en apenas 24 años, donde ya vistió las camisetas de Gimnasia de La Plata, San Lorenzo de Almagro, Gremio de Porto Alegre, Colón y Sporting de Portugal. Pero, en ninguno gozó la primavera santafesina como con la camiseta sabalera: 25 partidos, 8 goles y una venta millonaria a Europa.

Eso sí, nunca habrá pensado el zurdo que el momento en el cual fue reemplazado por Gelson Martins a los 60 minutos en el encuentro ante Vilaverdense, por la Copa de Portugal sería su final en Sporting.

El futbolista no tomó bien esa decisión del entrenador Jorge Jesús y revoleó su remera contra el piso, lo que despertó indignación entre los directivos y una consecuente sanción.

La medida fue oficializada por el propio DT en una conferencia de prensa, en la que explicó además por qué Ruiz había faltado a los dos entrenamientos inmediatamente contiguos al partido: “En el club hay reglas que deben ser cumplidas y que Alan Ruiz no cumplió”. Desde ese momento quedó alejado de los trabajos del equipo principal y por estas horas entrena solo con un preparador físico.

Incluso, como si la medida hubiese sido poco, el castigo fue más allá: el club le impidió al futbolista argentino acercarse a las instalaciones del club, al punto de que los encargados de seguridad del predio de entrenamiento tenían orden de prohibir el acceso a un auto antiguo de color rojo que utilizaba.

Quien observó desde Santa Fe esta situación fue Colón. En consecuencia, tanto Vignatti como Darrás hicieron los primeros sondeos con Roberto San Juan, representante, a quien no sólo conocen del tiempo de Alan Ruiz sino también de tantos años como asesor de Jorge “Fatura” Broun.

Desde el gusto futbolístico, el “10” le encantó siempre a Vignatti. Y esta situación de conflicto —impensada— le abrió la puerta al gran sueño sabalero. La otra parte de la historia la escribió Alan Ruiz desde Lisboa cuando recibió los llamados de los dirigentes sabaleros: “Quiero ir a Colón, hoy no me importa la plata sino volver a jugar y ser feliz adentro de una cancha de fútbol. Y ahí, con ustedes, fui muy feliz el tiempo que estuve”.

Después, incluso, el mismo Alan Ruiz redobló la apuesta con su propio padre (Federico Ruiz) y con su representante: “No quiero escuchar otras ofertas, quiero ir a Colón”. Esto, en virtud de que tanto Rosario Central como el Gremio de Porto Alegre intentaron seducirlo.

La base está: Alan Ruiz quiere volver a Colón y Colón lo quiere a Alan Ruiz (el tema fue hablado de parte de los dirigentes con el propio Eduardo Domínguez). Ahora, la gran parte del Operativo Retorno la debe realizar el representante, Roberto San Juan, junto al padre del jugador. Son ellos quienes en las próximas horas están tomando el vuelo con destino a Lisboa para pedirle al Sporting que lo ceda a préstamo —un año— a Colón.

“Uno entiende la inversión que hicieron pero a ellos no les conviene el jugador parado y entrenando aparte. Lo deben valorizar nuevamente y para eso Alan tiene que jugar en un club y el club en el cual quiere jugar es Colón”, admiten en su entorno.

Incluso, en las últimas horas, ni bien explotó la noticia, muchos hinchas y socios sabaleros le escribieron al futbolista en su cuenta de red social. El mismo Alan no sólo reconoce el contacto sino que se entusiasma con volver a Colón ya mismo.

El presidente de Colón, que por estas horas está con Pedro Aldave en Alemania para 
cerrar el tema Alario, está en contacto permanente con Horacio Darrás en Santa Fe. Son horas decisivas y todos se ilusionan en volver a ver al zurdo de la pegada mágica con la camiseta sabalera.