Durante el fin de semana largo hubo dos robos en un barrio privado de nuestra ciudad
Los hechos delictivos fueron cometidos en el country Altos de la Rivera. Los damnificados mostraron su malestar con la seguridad privada del lugar.
Por: santotoméaldía /
Dos robos ocurridos en el country Altos de la Ribera durante el fin de semana largo de Carnaval, despertaron la preocupación de los vecinos que habitan en el barrio privado ubicado en nuestra ciudad.
Particularidades de los hechos acontecidos con pocos días de diferencia hicieron que los propietarios de las viviendas pusieran el ojo sobre en el servicio de seguridad privada con el que cuenta el lugar.
El primer suceso tuvo lugar en las primeras horas del viernes. Según relató el damnificado a El Litoral al regresar a su casa, se encontró con las luces prendidas y una puerta trasera entreabierta. Se sospecha que los delincuentes utilizaron un pallet que encontraron en el patio para trepar al techo y desde allí forzaron una ventana para ingresar a la propiedad.
La víctima contó que le revolvieron una oficina, el dormitorio, baño y vestidor, hasta encontrar un bolso azul con una abultada suma de dinero. Le llamó la atención que solo se llevaron el dinero y ningún otro objeto de valor.
El hecho más reciente ocurrió entre la noche del viernes y el domingo por la madrugada, mientras los propietarios se encontraban fuera de la ciudad. Quien se dio cuenta del robo fue una familiar, que les avisó lo ocurrido.
En este caso, los delincuentes hicieron una escalera con los muebles del quincho -apilaron una mesa ratona, un sillón y un banco- y entraron por la parte trasera, por una puerta ventana del primer piso que estaba cerrada.
Según indicó el damnificado, le sustrajeron una caja fuerte -de unos 50 kilos- que contenía joyas, un arma de fuego, documentos privados y una suma importante de dinero en pesos y dólares. A su vez, le robaron varios equipos de electrónica.
En ambos casos, las víctimas consideran que el servicio de seguridad no funciona de manera adecuada. Uno de ellos denunció que "de las 30 cámaras instaladas sólo funcionan 8" creando "puntos ciegos", además los ladrones, para escapar del country debieron recorrer más de 100 metros eludiendo cámaras, alarmas y hasta el rondín de vigilancia. Mientras que el otro se quejó de que al momento del hurto, las cámaras, sensores de movimiento y faroles perimetrales no funcionaban.
Por ambos sucesos se radicó denuncia policial en la Subcomisaría 15° de Santo Tomé, con intervención de peritos de la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe y con conocimiento del fiscal en turno.
Con información de El Litoral
