Jueves 18 de abril de 2024

— 19.01.2021 —

Mortandad de peces: confirman que había agrotóxicos en el agua del Salado

Los resultados del Laboratorio de Ecotoxicología de la FBCB arrojaron la presencia de herbicidas e insecticidas en el agua, sedimentos y tejidos de los peces analizados. Piden que se monitoreen los desechos agrícolas que se arrojan al río.


Por: santotoméaldía /

El Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral arrojó un dato clave para esclarecer la mortandad de peces que se registró a finales del año pasado en el Río Salado. Las muestras analizadas de agua, sedimentos y tejidos de los ejemplares muertos que inundaron la costa santotomesina confirmaron la presencia de herbicidas e insecticidas.

El informe fue solicitado en el marco de la investigación que llevan adelante fiscales extrapenales dependientes del Ministerio Público de la Procuración General de la Corte Suprema provincial. Ya que se sospechaba la posible presencia de agrotóxicos con glifosato entre otros componentes.

El estudio confirmó que los niveles de oxígeno en agua estaban debajo de lo límites aceptables para la biota acuática y para uso recreativo. De acuerdo al informe, las mayores temperaturas se asocian a la disminución de la solubilidad del oxígeno disuelto y esto explica, en parte, las bajas concentraciones de oxígeno disuelto en ambos puntos periciados. No obstante, ambos parámetros deben interpretarse con cautela debido a que las muestras de agua fueron tomadas luego de precipitaciones mayores a 58 mm durante la tarde y noche del día anterior (3 de diciembre del 2020).

El estudio revela también que en los puntos de muestras se encuentra una sinergia entre contaminantes de origen inorgánico y orgánico. Al análisis de plaguicidas que surgen del muestreo realizado, en los puntos de referencia, se destacó que los mismos se encuentran inmersos en una cuenca con una matriz de producción agrícola intensa. Tanto en los sedimentos (en márgenes del río) como en las vísceras analizadas de las especies ictícolas (principalmente Sábalos y Moncholos), se encontraron plaguicidas del tipo "herbicida glifosato", principalmente.

Los análisis confirman que los valores hallados se encuentran en relación con los registrados por diversos investigadores en otras cuencas agrícolas argentinas que tiene que ver con la historia de los suelos que, luego de las lluvias, drenan hacia cuerpos de agua cercanos (arroyos, ríos, tributarios, lagunas) o por escorrentía, movilizando materiales.

En cuanto a los analitos analizados por los expertos en los tejidos de los peces recolectados, se detectaron en ambos puntos del muestreo, residuos de plaguicidas. "En branquias e hígado de Prochilodus lineatus (sábalo) en el sitio 1 se encontró el herbicida 2,4-D en una concentración de 20 (± 10) ug/kg y el insecticida organofosforado clorpirifos con 80 (± 40) ug/kg. En el sitio 2 hubo solo clorpirifos 30 (± 15) ug/kg", detallaron los investigadores en su informe. 

También se detectaron en branquias e hígado de la especie estudiada, residuos de un potente insecticida organfosforado (OP). "El clorpirifos es el insecticida neurotóxico de amplio espectro más utilizado en Argentina (principalmente en cultivos de soja, maíz, trigo y girasol) para controlar plagas de insectos", mencionaron y agregaron en el informe que "debido a sus grandes riesgos para la salud humana y animal (sus exposiciones crónicas pueden causar déficits cognitivos y conductuales) en enero de 2020 la Unión Europea prohibió el uso del clorpirifos".

Si bien el informe no encontró que estos herbicidas e insecticidas hayan sido la causa determinante de la mortandad de peces, se debe tener en cuenta que en condiciones extremas como las que ocurrieron durante las mortandades masivas del 2020, no puede descartarse que estos químicos estén afectando la supervivencia de peces.  

Desde la Procuración recomendaron "un monitoreo más exhaustivo y con continuidad espacio-temporal sobre la presencia de desechos agrícolas (agroquímicos y fertilizantes) tanto en agua, sedimento y tejidos de peces a lo largo de la cuenca del río Salado, principalmente en especies de interés comercial que sirven de alimento a las poblaciones locales.

Vale señalar que este informe fue elaborado por el Dr. Rafael C. Lajmanovich (Investigador Principal del Conicet y profesor de la cátedra Ecotoxicología); la Dra. Paola M. Peltzer (Investigadora Independiente Conicet); y el Dr. Maximiliano A. Attademo (Investigador Independiente del Conicet), en el Laboratorio de Ecotoxicología de la FBCB. Dicho informe, con el que ahora cuenta la Fiscalía Extrapenal del Distrito Judicial con asiento en la localidad de Esperanza, contiene muestras sobre la base del relevamiento de dos sitios de análisis en la margen este del río Salado. Allí se obtuvieron muestras de sedimento, agua y tejidos de peces.

Fuente: El Litoral

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