Analizan el impacto de las tropas federales en Rosario

Esta mañana, en la reunión del comando unificado de las fuerzas federales, provinciales y el municipio se repasará lo hecho esta semana de refuerzos de tropas en las calles rosarinas, luego del estallido vecinal que provocó el asesinato del niño Máximo Gerez en el asentamiento Los Pumitas, de Empalme Graneros.

Allí acudirá el articulador de Nación, Lucas Gaincerain, y se espera que exponga los datos del operativo Rosario.

 

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Según fuentes oficiales, existe una presencia territorial de más de mil uniformados federales, que se lograron con la llegada de 300 gendarmes y 120 de la Policía Federal y con presencia en los barrios con la instrucción de cortar el narcotráfico. “Se disuade el consumo y tiene impacto positivo para evitar otros delitos”, confió una alta fuente de Gendarmería Nacional.

Se cumple ya más de una semana del feroz ataque a una casa de Cabal 1300 bis, donde en la madrugada del domingo de la semana pasada irrumpió una ráfaga de disparos que dio contra un grupo de niños y terminño con la vida de Máximo.

Su crimen fue el número 62 en una ciudad atestada de homcidios. Pero el caso movió a toda la comunidad del barrio y desató la furia contra quienes administran los búnkeres en la zona. Una pueblada demolió las estrucuturas y despojó a los líderes de sus pertenencias.

Luego sobrevinieron amenazas, el tema escaló a nivel nacional y la investigación arrojó seis detenidos. El impacto y sus repercusiones sacudió las estructuras de los gobiernos. Llegaron más uniformados, y el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, se hizo presente en el Destacamento 7 de Newbery y colectora de Circunvalación.

Nueva reunión

A casi una semana del nuevo “efecto desembarco”, está prevista una reunión de evaluación hoy, a las 10. Acudiría el articulador de Nación y jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Gaincerain; el jefe de la Región II de Gendarmería, comandante Ricardo Castillo; el responsable del comando unificado, comandante Alfredo Mario; el ministro de Seguridad santafesino, Claudio Brilloni; el intendente Pablo Javkin y su secretario de Gobierno, Gustavo Zignago. La idea es hacer un primer balance de esta nueva etapa.

En el transcurso de esta etapa de colaboración de fuerzas federales, pasaron cosas: no solo persistieron los crímenes sino que la portada de los diarios nacionales volvió a ocuparse con el intento de fuga de uno de los jefes narcocriminales más caracterizados de la ciudad. Esteban Lindor Alvarado planeó escapar del penal de Ezeiza en un helicóptero; plan que urdió durante varios meses y que fue desbaratado luego de una investigación reciente.

Siguen en el barrio

En relación a la pacificación de las calles rosarinas, fuentes de Gendarmería aseguraron que la familia Gerez (amenazada por el clan narco de Los Pumitas) no se mudó del asentamiento. “Los resultados son altamente satisfactorios, ya que se potenciaron las actividades preventivas en distintos barrios con prevención situacional”, afirmó un referente de las fuerzas de seguridad de Nación.

Según esta mirada, existieron en estos días operaciones de alta visibilidad en Empalme Graneros, Tablada, Godoy, Ludueña y Santa Lucía. El despliegue habría derivado en más incautaciones de droga a escala de microtráfico.

La Agrupación de Despliegue Rápido General Güemes tiene más de mil agentes operativos en Rosario. Antenoche hubo operativo en Saladillo, Mangrullo y en la zona del Hospital Roque Saénz Peña. A ello se sumaron controles en Circunvalación.

¿Pero hubo enfrentamientos?, preguntó La Capital. “En Tablada el año pasado, pero ahora las bandas nos evitan”, mencionó esta fuente de Gendarmería para referirse además a los 17 detenidos en Vía Honda (donde está puesto uno de los focos en forma más aguda) y agregó: “Con los procedimientos de narcomenudeo se disuade el consumo y tiene impacto positivo para evitar otros delitos. A su vez, la prevención trae disuasión y esto se traduce en resultados”.