Colón inexplicable: ganaba 2-0 con un hombre más y perdió 3-2

Colón sufrió este viernes un duro cachetazo al perder 3-2 como visitante ante Huracán después de estar 2-0 arriba y con un jugador de más por la expulsión de Carlos Auzqui en el comienzo del segundo tiempo. 

Fiel al estilo de Eduardo Domínguez, el Sabalero salió a jugar a esperar en campo propio para luego salir de contra con pelotazos hacia Javier Correa, que pretendía encontrar resquicios a las espaldas de los zagueros. Esto impulsado con por la intención del dueño de casa de tener la pelota y ser protagonista. Si bien es cierto que la primera aproximación se dio con un cabezazo de Isarel Damonte que se fue desviado, después ambos habían mostrado muy poco al cabo de los 15' iniciales.

Después, paulatinamente el Rojinegro comenzaba a perder preponderancia en el medio, a punto tal de cometer varias infracciones cerca del área que complicaban la historia. Justamente a los 16' Lucas Gamba tuvo el primero con una notable ejecución que demandó de una buena intervención de Leonardo Burián. Un primer llamado de atención sobre como iba cambiando la tónica.

El elenco de Domínguez no se salía del libreto: cortas transiciones y buscar la corrida inmediata de Correa arriba, algo que era neutralizado sin problemas por los centrales del Globo, que tenían bien anotado todo. A medida que fue pasando el tiempo el encuentro fue entrando en una completa monotonía, de constantes imprecisiones que privaba de emociones al juego, que casi no dejaba nada.

De golpe y porrazo, una mala salida de Colón en defensa le permitió a Huracán a presionar y forzar una acción en su favor, con un disparo de Carlos Auzqui que otra vez encontró bien parado a Leonardo Burián, que hasta ese momento mantenía la vaya en cero. Pero este deporte siempre sorprende y a los 39, en una de las pocas llegadas a fondo, Colón golpeó con todo con un centro cruzado de Tomás Chancalay que despejó contra su propio arco para poner el 1-0.

Fue un mazazo para el Quemero, que quedó tambaleando y otra vez el elenco santafesino lo aprovechó, ahora con una definición de Tomás Chancalay para poner el 2-0 en un gran envión anímico cuando transcurrían 42' del primer acto.

Una situación que generó muchas dudas en el Globo, que pedía a gritos el pitazo final de Darío Herrera. Una demostración de eficacia del Sabalero, que cuando quiso, lastimó. Impensado, porque hasta antes de los goles había hecho muy poco.

Se cayó a pedazos

El comienzo del complemento tuvo otro guiño para Colón, por la expulsión a los 4' de Carlos Auzqui por una fuerte entrada a Matías Fritzler. Además de la victoria parcial 2-0, su rival se quedaba con 10 jugadores, con todo lo que eso significa en este fútbol, donde las historias muchas veces se resuelven por detalles.

Es así como el Sabalero poco a poco fue tomando la manija del cotejo. Visiblemente descontrolado, el Globo comenzaba a cometer más infracciones, con un Diego Mendoza prácticamente sacado. Es por ello que recibió varias advertencias del árbitro. Ante esto, baja el pedido de tranquilidad desde el banco por parte de Eduardo Domínguez, para que el Sabalero no entre en esa tónica.

Pese a todo el desorden, el Quemero fue en busca del empate con una nueva intención de Lucas Gamba que encontró otra respuesta satisfactoria de Leonardo Burián, que hasta ahí le venía ganando el duelo con claridad. Estaba todo a pedir de Colón, pero después de los 25' se durmió y su rival lo aprovechó con creces.

Primero a los 26', con un gol de Lucas Gamba, que no había podía capitalizar las acciones que tuvo. Producto de tanto buscar puso el descuento para ponerle pimienta al partido, que se sacudiría con todo con el empate de Andrés Roa. Desconcierto total en el Sabalero, al que casi se le cayó la estantería. Echó por tierra con toda la solidez que venía mostrando.

La calentura de Eduardo Domínguez se maximizó a los 37' con otro gol de Huracán, que lo daba vuelta 3-2 a puro empuje y el alarmante y exasperante quedo de Colón a través de Lucas Gamba, que tal como lo hacía en Unión, volvió a ser una pesadilla.

Un cambio radical de la historia. Donde al principio era una fiesta sabalero, de repente terminó en pena. Colón sacudido física y mentalmente fue en busca del empate, pero lo hizo sin ideas y a probar con pelotazos. Un quedo increíble y endeble emocionalmente, ya que nunca pudo cerrar un partido que gana 2-0 y encima con un jugador más. El árbitro adicionó cuatro minutos más, pero no pasó nada y por eso Huracán se terminó quedando con una victoria increíble 3-2. Colón dilapidó una victoria que tenía avanzada y que podría doler pensando en lo que viene.