Nacionales — 22.02.2018 —
Horror en Córdoba: "Le pegué un tiro y la tiré en el aljibe", confesó el acusado de un crimen
También marcó el lugar donde había descartado el cuerpo de Celeste Caballero (14), desaparecida desde 10 de febrero.
Por: santotoméaldía / Fuente: Clarín
La última imagen de Celeste Caballero (14) fue tomada en una estación de servicio de la Ruta Nacional 9 ubicada en las afueras de la ciudad cordobesa de James Craik, donde vivía con su mamá. La cámara de seguridad captó a la adolescente el mismo 10 de febrero que se la tragó la tierra pero a 14 kilómetros de donde debía estar. Y no estaba sola.
Once días después de su desaparición, el hombre 21 años mayor que la acompañaba esa noche, confesó el crimen.
“Le pegué un tiro y la tiré en el aljibe”, les dijo Carlos Miguel Heredia (35) a los investigadores cuando se quebró, según confiaron fuentes del caso a Clarín. Estaba declarando como testigo.
Habían pasado varias horas y muchas contradicciones desde el comienzo de su declaración, a la hora de la siesta de ayer. Recién sobre la medianoche, y ya en el lugar del hecho, indicó donde había descartado el cuerpo de la adolescente. Dijo que la asesinó de un tiro.
El cadáver de Celeste fue hallado en lo que era un viejo aljibe(ahora devenido en un pozo) en una tapera abandonada de la zona rural de Laguna Larga, distante unos 60 kilómetros de la estación de servicio donde había sido vista por última vez la adolescente aquel 10 de febrero.
Por el estado de descomposición del cuerpo aún no pudieron hacerle la autopsia. Mientras que Heredia, oriundo de Laguna Larga y padre de dos chiquitos, quedó detenido luego de confesar el asesinato. Será trasladado al penal de Bower.
El titular de la Fiscalía de Instrucción de tercer turno de Villa María, René Bossio, lo acusó de homicidio agravado por el uso de arma y femicidio.
10 de febrero
Celeste, la menor de ocho hermanos de la pareja de Carlos Caballero y Gladys, salió de la casa de su mamá aquel 10 de febrero. Le dijo que se iba a lo de su papá, en la vecina ciudad de Oliva, a unos 14 kilómetros de James Craik. Nunca llegó.
En principio pensaron que estaba de una amiga, pero cuando todos los caminos los llevaban hacia ningún lado, decidieron denunciar la desaparición de Celeste.
Así fue que los investigadores comenzaron a retomar las últimas horas en las que había sido vista la chiquita en base a testimonios. Y llegaron a una estación de servicio ubicada en las afueras de James Craik.
Según pudo reconstruir Clarín, los investigadores lograron de las cámaras de seguridad de la estación de servicio una imagen clara de Celeste: “No estaba sola, junto a ella se veía a un hombre bastante mayor que la nena. Esa imagen la conseguimos enseguida, pero lo que nos costó fue identificarlo”.
Pasó poco más de una semana hasta que dieron con la identidad sospechoso, quien tenía a Celeste como amiga en su cuenta de Facebook.
“Fue la ex mujer del acusado la que dio datos que nos hicieron pensar que era el responsable de la desaparición de Celeste. Básicamente, dejó en claro que el padre de sus dos hijos 'las prefería jovencitas'", confirmaron las fuentes.
Con esa información más otros datos recolectados y la imagen de la cámara de seguridad donde se lo veía junto a la adolescente, finalmente los investigadores citaron ayer a declarar a Heredia a la hora de la siesta.
“Reconoció que habían estado juntos esa noche, que habían ido a un campo y dio detalles de cómo se amaron en el auto”, contaron las fuentes. Y agregaron que luego comenzó a contradecirse.
Para las 21 de ayer ya había aceptado acompañar a los investigadores a la zona donde había compartido la noche de aquel 10 de febrero con Celeste en el interior de su auto.
“Para la medianoche, se lo notaba muy nervioso hasta que no aguantó más y confesó que la había asesinado”, detallaron.
“Le pegué un tiro y la tiré en el aljibe”, aseguraron las fuentes que le dijo a los investigadores. Y fue entonces que marcó el lugar donde había descartado el cuerpo.
Tras los dichos de Heredia, el fiscal Bossio ordenó secuestrar el auto del detenido para someterlo a pericias y también al arma encontrada en el interior del coche.