Nacionales — 12.07.2017 —
La mitad de los adolescentes es pobre y sólo el 45% completa la secundaria
Una preocupante radiografía del país realizada por Unicef.
Por: SantoToméAlDía / Fuente: El Litoral
En la Argentina, hay más de 5 millones y medio de adolescentes entre 10 a 18 años que experimentan brechas entre el derecho formal y su ejercicio efectivo según el lugar donde nacen y las características socio laborales de sus hogares. Aproximadamente, uno de cada dos adolescentes de entre 13 y 17 años vive en situación de pobreza por ingresos monetarios. Éste es uno de los datos que surgen del estudio realizado por Unicef cuyas conclusiones están presentes en el documento “Posicionamiento sobre adolescencia en el país”.
El trabajo incluye información en salud, educación, protección de derechos y participación de los niños, niñas y adolescentes de entre 10 y 18 años.
El informe elaborado sobre datos oficiales y presentado ayer advierte que, entre los 14 y los 15 años 1 de cada 6 adolescentes trabaja, y entre los 16 y los 17 años lo hace 1 de cada 3. Asimismo, estableció que medio millón está fuera de la escuela y sólo la mitad de los que ingresan finaliza el nivel secundario. Según el reporte, el abandono escolar está fuertemente relacionado con la inserción temprana en el mercado de trabajo, sobre todo entre los varones, y el embarazo entre las mujeres.
El diagnóstico
Unicef advirtió que el 15% de los nacimientos en el país es de embarazos adolescentes: 6 de cada 10 no son planificados y 1 de cada 10 mujeres abandona la secundaria por este motivo o porque se aboca al cuidado de sus hijos o sus hermanos menores.
El informe aborda además el problema de la violencia y el suicidio, punto en el que alerta que muchas veces están vinculados con casos de abuso sexual y que los hechos más graves tienen lugar dentro de los hogares, ocurren en privado y son difíciles de detectar.
Según el estudio, entre los 12 y los 14 años, 1 de cada 3 niños sufre castigos físicos por parte de sus padres, mientras que entre los 15 y los 17 años la proporción es 1 cada 4. En cuanto a los casos de suicidio adolescente, en 2015 se registraron 438 muertes, de las cuales 3 de cada 4 se corresponden con un varón. La tasa trienal de mortalidad de adolescentes por suicidios pasó de 2,5 cada 100 mil durante el trienio 1990-1992, a 6,9 durante el trienio 2013/2015.
Recomendaciones
“La adolescencia es un período de cambios positivos pero también es un momento de vulnerabilidades particulares del momento de su desarrollo”, expresó Florence Bauer, representante de Unicef en Argentina. “Muchos indicadores que durante la infancia muestran resultados favorables, empeoran cuando los jóvenes crecen. La educación primaria, por ejemplo, prácticamente es universal pero en la secundaria hay medio millón de adolescentes que no está en la escuela”, sostuvo.
Bauer consideró que para revertir esta situación “es necesario promover políticas públicas integrales que prioricen a la adolescencia como una población específica”. En ese sentido, alentó la promoción de políticas públicas que “contribuyan al desarrollo integral de los adolescentes, garanticen los derechos a la inclusión social, la educación, la salud, la protección frente a la violencia, la salud sexual y reproductiva, la protección frente al trabajo infantil, a la justicia y a la participación”.
Conclusiones
* El nivel de las privaciones no es homogéneo en el país: la pobreza alcanza a 1 de cada 3 adolescentes en el sur del país pero a 1 de cada 2 en el NEA, Cuyo y Centro.
* La desigualdad también se manifiesta en al acceso a la protección social: si bien la Asignación Universal por Hijo alcanzó a un millón de adolescentes entre 12 y 17 años, a partir de los 13 años los niveles de cobertura tienden a descender y esto se acentúa en la población de 16 y 17 años.
* Una gran parte de las adolescentes se ve afectada debido a la sobrecarga de tareas domésticas y de cuidado que socialmente se les asigna: 2 de cada 3 jóvenes (15-29 años) que no estudian ni trabajan (los mal denominados ni-ni) son mujeres que están realizando este trabajo invisibilizado y no remunerado de cuidado. Entre las mujeres, un 42,1% dejó de trabajar o estudiar por esta razón, frente al 12,9% de los varones.
* 3 de cada 10 estudiantes transitan su escolaridad secundaria con sobreedad y esto se debe en gran parte a que han repetido años anteriores o a interrupciones durante su trayectoria escolar previa. Entre el 15% y el 17% de los estudiantes que cursan el último ciclo lo hacen con uno o más años de sobreedad.
* La repitencia y el abandono en el nivel secundario son fenómenos que atraviesan principalmente aquellos adolescentes provenientes de los sectores más desfavorecidos de la población. Entre las principales causas de esta deserción escolar en los jóvenes de entre 15 y 17 años se observan: ingreso al mercado laboral (14%); dificultades económicas para sostener la cursada (8,8%); embarazo o cuidado de algún hermano/hijo menor (11,3%) y un 29,6% afirmó haber abandonado la escuela “por no considerarla necesaria o por no gustarle”.
* En 2015, murieron 3.533 chicos de 10 a 19 años, lo que representa diez muertes diarias. La mortalidad entre los varones es dos veces más alta que entre las mujeres. En 2015, se registraron 438 casos de suicidio (3 de cada 4 correspondieron a varones).
* Según datos aportados de Unesco, Argentina lidera los rankings de bullying o acoso escolar en los establecimientos educativos en la región: 4 de cada 10 estudiantes secundarios admite haber padecido acoso escolar, mientras que 1 de cada 5 dice sufrir burlas de manera habitual.
* Un 16,3% de los adolescentes que trabajan excede los parámetros fijados por la legislación en cuanto a jornada de trabajo permitida (36 horas semanales) y el 6,1% realiza trabajo nocturno, situación también prohibida por la ley.
* La mayoría de los adolescentes en conflicto con la ley penal tiene menos garantías que los adultos en igual situación. El sistema no tiene un carácter especializado y la ley deja amplio espacio para la intervención discrecional de los jueces (...). Un mismo caso puede ser tratado de modos muy distintos de acuerdo con la provincia en la que ocurra o el juzgado que lo reciba.