Interés General — 30.01.2025 —
Calles deterioradas e intransitables: la emergencia vial sigue sin respuestas en Santo Tomé
A casi un año de la declaración de la emergencia vial, el Municipio no presentó un plan de obras para mejorar el estado de las calles. En distintos barrios y en el centro de la ciudad, la falta de mantenimiento genera baches, deformaciones y calles intransitables, con serios riesgos para la circulación.
El estado de las calles de Santo Tomé sigue empeorando, sin que el Municipio lleve adelante acciones concretas para su mantenimiento. En distintos barrios de la ciudad, las calles de tierra evidencian el impacto de la falta de trabajos de conservación, mientras que en el centro, el pavimento presenta baches y deformaciones que complican la circulación.
En marzo del año pasado, el Concejo Municipal declaró la emergencia vial a pedido del Ejecutivo, con el objetivo de facilitar la implementación de obras en la red vial. Sin embargo, a casi un año de esa medida, el gobierno local no ha presentado un plan de acción serio para reparar las calles de tierra, de pavimento flexible o de hormigón.
El deterioro afecta incluso a calles troncales y de alto tránsito, generando problemas en la movilidad. Un claro ejemplo es la calle Azcuénaga, entre San Martín y la Ruta 19, así como la calle 12 de Septiembre, desde Azcuénaga hasta 13 de Diciembre, e Hipólito Yrigoyen, en el tramo que conecta barrio Zaspe con Richieri.
En el centro, las avenidas 7 de Marzo y Luján también muestran daños considerables, con baches y deformaciones que ponen en riesgo a quienes circulan por la zona. Si bien en las avenidas el mantenimiento es responsabilidad de Vialidad Nacional, las respuestas tampoco llegan.
En algunos casos el Municipio realizó intervenciones, pero fueron soluciones precarias que no lograron una mejora sostenible. En poco tiempo, las calles volvieron a presentar los mismos problemas, lo que evidencia la necesidad de un plan integral de mantenimiento que hasta el momento no ha sido presentado.
La emergencia
La emergencia vial fue aprobada por el Concejo Municipal a fines de marzo del año pasado, por el plazo de un año. Luego de la declaración, el intendente Miguel Weiss Ackerley había expresado que la norma aprobada permitirá “ahorrar tiempo en burocracia y evitar que los recursos se devalúen, para tomar medidas concretas”.
“Aproximadamente el 80% de las calles de la ciudad requieren algún tipo de intervención, sean pavimentadas o no”, admitió el mandatario, días después de la declaración, ante una consulta de este medio.
El texto de la ordenanza de la emergencia expresaba: “Se procura una ágil y expedita gestión para la adquisición de los materiales y equipamientos, contrataciones, disposición, desplazamiento y acondicionamiento de la maquinaria indispensable, y concreción de las obras necesarias ya por sí, o a través de la suscripción de Convenios con el gobierno nacional y/o provincial”.
En un año, la única obra significativa fue la repavimentación del Acceso Norte, realizada íntegramente con aportes del Gobierno provincial. El resto de la ciudad, sigue esperando.