Barcelona no pudo ganar y Lionel Messi se quedó sin su gol 700

No era un partido más. Barcelona se medía con Sevilla ​por la fecha 30 de La Liga de España y en el estadio Sánchez Pizjuán Lionel Messi podía escribir otra página dorada de su historia ante una víctima predilecta. Sin embargo, nada de eso pasó. El duelo terminó empatado sin goles y, para colmo, el equipo de Quique Setién puede perder la exclusividad de la punta si Real Madrid le gana este domingo a Real Sociedad en San Sebastián.

Si marcaba, Leo iba a alcanzar los 700 goles en su carrera contra el rival al que más goles le marcó en su carrera. Hasta aquí, llevaba 37 en 38 partidos y de ese cálculo se desprendían 29 tantos por la Liga, cuatro por Supercopa de España, dos por Copa del Rey y dos por Supercopa Europea. Esta vez, no pudo ser. Messi estuvo lejos de su mejor nivel y apenas pudo inquietar con un par de tiros libres. Nada más.

Además, de llegar a ese récord, Messi marcará por tercera vez consecutiva desde el reinicio del torneo.

El partido fue muy peleado en el primer tiempo. El argentino estuvo lejos de inquietar a Vaclik, más allá de un tiro libre que Koundé sacó de cabeza cuando parecía que la pelota se le metía al arquero checo.

La más clara estuvo en los pies del propio Koundé, que remató cruzado y la pelota se fue pegada al segundo palo del arco que defiende el bueno de Ter Stegen.

Sobre el final de la parte inicial, Messi tuvo un cruce áspero con Diego Carlos, a quien le reclamó por un gol y, choque de pechos mediante, lo empujó. El brasileño se tiró al piso como si hubiese recibido un cabezazo, pero fue pura simulación. El árbitro no sólo no compró sino que tampoco le mostró la amarilla -merecida- al argentino.

En la segunda parte, con el ingreso de Ever Banega, Sevilla se hizo dueño de la pelota y antes de los 10 minutos Lucas Ocampos tuvo una gran chance desnivelar tras una avivada de Jesús Navas. Pero el ex River se topó con ese paredón que es Ter Stegen.

Sevilla siguió apretando, pero le faltó precisión en los metros finales. Mientras tanto, Barcelona parecía esperar para salir rápido de contraataque con un Luis Suárez, poco preciso en su vuelta a la titularidad.

Messi volvió a tener una chance con un tiro libre tras una infracción que él mismo sufrió a metros de la medialuna. Esta vez el que le ahogó Vaclik con un guantazo.

A falta de ocho minutos del final, una combinación argentina volvió a darle dolor de cabeza al Barcelona. Una pelota profunda de Banega para Ocampos lo dejó otra vez al ex River con la chance de definir, pero su remate fue muy débil y bien controlado por Ter Stegen.

Lo tuvo Suárez en el minuto 42 luego de un desborde de Griezmann por izquierda, pero el uruguayo remató de primera y por arriba del travesaño de un Vaclik que estaba semi vencido.

Ya en tiempo adicionado, Sevilla estuvo cerca de dar el golpe, pero otra vez Ter Stegen apareció después de que Reguilón definiera mordido tras encontrar una pelota suelta en el punto penal. Nada cambio desde entonces. Hasta el arquero alemán fue a cabecear un córner sobre el final sin demasiada fortuna. Barcelona depende mucho de Messi. Y si Messi no se enciende, parece difícil que Barcelona arranque.

Fuente: Clarín