Cristiano Ronaldo apareció otra vez para encaminar a Portugal

La dependencia de Portugal de Cristiano Ronaldo es tan decisiva como la que Argentina tiene de Lionel Messi. La diferencia, hasta acá, es que CR7 está encendido y ya es el goleador de la Copa del Mundo. No participa mucho del juego, toca muy pocas pelotas, pero cada vez que interviene hace daño. Ocurrió contra Marruecos, donde hizo un gol, tuvo otra chance que pasó cerquita, le metió un pase gol a un compañero y estrelló dos tiros libres en la barrera marroquí. Todo eso en 90 minutos: tocó cinco pelotas y llevó más peligro que ninguno. Con eso, más la seguridad de Rui Patricio cuando "las papas quemaban" por el apriete marroquí, Portugal encaminó su clasificación y mandó a su casa a Marruecos a falta de un partido: el conjunto africano es el primer eliminado de este Mundial.

El partido tuvo intensidad, pero no buen juego. Fue áspero, especialmente en la zona media. Aunque las únicas tarjetas amarillas se las ganaron el defensor de la Juventus, Benatia (recién a los 40 minutos por una fuerte infracción a... Cristiano Ronaldo) y el portugués Adrien Silva, casi en el final. Ya Benatia lo había "atendido" a Ronaldo a los 24 (le pegó de atrás en la mitad de la cancha) y el americano Geiger le perdonó la amarilla por la exageración del portugués revolcándose más de la cuenta tras la caída.

Portugal siempre demostró que estaba mejor plantado en la primera etapa, con William Carvalho y Joao Moutinho manejando los tiempos y siendo los iniciadores de los avances de su selección. Los africanos estuvieron imprecisos y nerviosos. Aunque acercaron peligro al seguro Rui Patricio sólo en el juego aéreo, ganando casi siempre, aunque les faltó ajustar la mira.

A los cuatro minutos, Ronaldo pegó su cuarto grito en Rusia. Tras un córner corto ejecutado desde la derecha, Joao Moutinho envió el centro y Cristiano entró como una tromba al área chica para meter el 1 a 0, de cabeza y ganándole al cierre de El Ahmadi. Siguió encendido CR7 y en la siguiente jugada, controló, giró, dio media vuelta y clavó el derechazo que se fue al ladito del poste derecho de El Kajoui.

Marruecos solamente llegó por la vía aérea, ganándoles a los centrales Pepe y Fonte. Pero el cabezazo de Boutaib se fue por arriba. El de Benatia, de pique al suelo, fue controlado por Rui Patricio sin dar rebote. Y el de Belhanda, con la nuca, cruzó el área y se fue desviado. 

Enfrente, Cristiano le metió un pase gol a Guedes que El Kajoui sacó con una mano. Y un tiro libre del mismo Ronaldo se estrelló en la barrera. La diferencia la hizo, otra vez, el crack del Real Madrid para establecer el 1 a 0 en el período inicial.

El segundo tiempo fue de Marruecos desde el principio,. Presionó, dominó y llegó. Pero no tuvo puntería para empatar el partido. Con la necesidad de sumar para no quedarse afuera del Mundial, el equipo del francés Hervé Renard fue al frente con más voluntad que orden e ideas. Y siempre apostado al juego de arriba. Antes de las chances desperdiciadas por los marroquíes, apareció otra vez Cristiano. Arrancó a los 5 minutos desde la media cancha para entrar solo por la derecha, capturar un rebote y sacar un remate defectuoso que se fue por arriba del travesaño. 

Tras ello, Portugal se replegó y se dedicó a defender porque Marruecos se fue con todo hacia adelante inclinando la cancha hacia el arco luso pero sin jugadas hilvanada. Ahí apareció Rui Patricio para sostener el triunfo. Controló el remate anunciado de Belhanda. Y respondió sacando al córner otro cabezazo del delantero africano del Galatasaray de Turquía. Las otras dos chances de Benatia no tuvieron la dirección adecuada: un rebote y un cabezazo desviados no sirvieron para lograr lo que Marruecos quería.

El entrenador portugués Fernando Santos se dio cuenta de lo que pasaba y veían los 78.011 espectadores en el Olímpico de Luzhniki y metió cambios que -a la postre- no fueron productivos: adentro Gelson Martins, Bruno Fernandes y Adrien Silva; afuera Bernardo Silva, Joao Mario y Joao Moutinho.

Recién faltando 6 minutos, Portugal pudo salir del asedio a través de una falta inventada por Cristiano Ronaldo en la puerta del área. El tiro libre, otra vez, se estrelló en la barrera marroquí. Y en la prosecución de la jugada, CR7 se tiró en el área buscando otro penal (que esta vez no le dieron) y no recibió amonestación por simular. Pareciera que Ronaldo tiene la impunidad de los grandes cracks en este Mundial.

Marruecos insistió hasta el final. Los zurdazos de Ziyach (que pegó en Pepe) y de Benatia (se fue por arriba) no rompieron la barrera del cero. Y los africanos son los primeros en quedarse afuera del Mundial. No hicieron mucho para dar vuelta la historia. Portugal, en cambio, tiene a su estrella en plenitud y va por más.